Como resultado de los últimos acontecimientos sanitarios y frente a la pérdida de espacio entre el ámbito laboral y personal, nuestra salud emocional, bienestar físico y productividad se han visto afectados de tal manera que ha conllevado a que muchas personas padezcan  burnout o agotamiento laboral. A su vez, el estrés laboral deriva en el desarrollo de padecimientos físicos y desórdenes mentales. Frente a este panorama, se torna indispensable aprender de manera efectiva cómo enfrentar tales situaciones para controlar y aminorar de manera gradual los efectos perjudiciales que acarrean sobre nuestra salud y, por el contrario, incentivas aspectos relacionados a la resistencia psicológica, la autenticidad en las relaciones sociales en el trabajo, la esperanza, la autoeficacia, la autodeterminación, la experiencia óptima, la conducta cívica en las organizaciones y la gestión de las emociones positivas como la felicidad, el disfrute intrínseco, el placer, las formas efectivas de afrontamiento.